lunes, 17 de mayo de 2010


Imposible amarte.
Imposible no amarte.
Desaforadas las cosas que decís.
Heridas presas en mi buen humor y mi sonrisa.
Te devuelvo ternura, y vos pedís perversión.
Ni idea tengo ya de cómo arrimarme.
Y sin embargo así,
te sentís cada vez màs cerca.
Aprender es dejarse escribir en el cuerpo
las letras de tu nombre.

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