
Me abro en llamas para hablarte.
La voz conjuga verbos en silencio,
hay alguien gritando hacia adentro.
Y no escuchás.
Invento fugas para revivirte,
cortinas oscuras,
el humo, los mareos
y el peso de tu cuerpo.
Para alcanzarte
me parto sin estrellas
y hundo en mi boca
las dagas de la noche.
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