
Sos el verdugo salvaje
que aniquila
mis tenues mariposas.
Inocentes, ingenuas, inevitables.
No logro escapar
del calor de lo que siento.
Doy pelea, combate desigual.
Y nada hace
que tu olor desaparezca.
¿Cuántas podría ser? ¿De qué lado de la orilla? Sólo cuerpo en espejo de otro cuerpo. Vos sabés. Mujer y más mujer. Andá leyendo.
Callarás, simularás
y tranquilos nos dejarás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario